Los cambios en las condiciones climáticas a escala global suponen efectos regionales debido al aumento de las temperaturas extremas, precipitaciones menores y más concentradas en el año, disminución del aporte nival, e incremento en la torrencialidad de los cauces ante eventos extremos de precipitación.
Por una parte los cambios físicos incidirán en las características y distribución del patrimonio y capital natural, y por otra, el patrimonio natural contribuirá a la mitigación y adaptación de efectos significativos como la producción, regulación y calidad de las aguas especialmente en el sector alto andino.
La Estrategia de Conservación de la Biodiversidad promueve medidas de adaptación y mitigación al Cambio Climático para conservar los ecosistemas y especies vulnerables a los efectos negativos, aprovechando las oportunidades para mejorar la gestión de la biodiversidad en el territorio.